9 sabias lecciones que aprendimos gracias a Breaking Bad


Breaking Bad, además de mostrarnos cómo funciona el negocio de la metanfetamina, nos enseñó desde su particular trama cómo ser exitosos. Claro que este éxito es algo que duró muy poco para los personajes dentro de la serie, aunque más de lo que ellos mismos esperaban.

Ahora bien, alejémonos del negocio de la metanfetamina y toda su ilegalidad, y apliquemos sus estrategias a nuestra vida real: ¿acaso Walter White y Jesse Pinkman no tomaron las medidas más acertadas para cada etapa que atravesaron?

Observando la serie objetivamente, podríamos decir que tanto Jesse y Walter formaron un buen equipo de trabajo. Por esto, aquí te presentamos nueve lecciones de Breaking Bad sumamente útiles para (casi) todos tus proyectos (legales): (Puede contener spoiler)

Ser perseverante

Muchas veces fuimos testigos de cómo ambos personajes quisieron dejarlo todo. Por ejemplo, luego de la muerte de Jane Margolis, Jesse comenzó a atravesar un proceso de cambio que lo alejó por completo del negocio. Esto es algo que suele ocurrir, independientemente de nuestro proyecto, por los factores externos que pueden surgir. Sin embargo, lo más apropiado es continuar y ser perseverantes, solo aquel que tiene constancia en quien puede ver su éxito.

Saber cuál es tu objetivo y a dónde quieres llegar 

Si no existe un objetivo claro en lo que hacemos, seguramente no solo no veamos los resultados, sino que, además, no sabremos lo que esto significa para nosotros una vez que lo alcancemos. En principio, Walter White se propuso comenzar a cocinar para llegar a determinado monto de dinero y así poder cubrir sus gastos de tratamiento. Un objetivo claro y que se cumplió antes de lo que ambos tenían pensado, lo que los llevó a trazar nuevas metas. Claro que después ambos perdieron el foco, y también la cordura, y siguieron cocinando.

Considerar un plan B

Tener un objetivo es parte de un plan. Cuando queremos alcanzar algo, lo más importante será el camino que se trazará para llegar a eso. Y, al igual que el plan, también será importante considerar un plan B para cada situación de riesgo. Gracias a Saul Goodman, los personajes estaban seguros de que, en caso de que algo pasara, podían cambiar de identidad e irse a vivir a otra zona del país. Claro que tus planes no deben tener este grado de riesgo y de ilegalidad, pero en Breaking Bad sirvió para salvar (de momento) al personaje principal. También se pudo ver en la cocina, cuando faltó el ingrediente principal para hacer cristal, el plan alternativo de los personajes fue robar la sustancia que lo sustituyera. 

Saber negociar

Tal vez dicho así "negociar" parece una palabra que nada tiene que ver con nuestra vida cotidiana, sin embargo es lo que hacemos todo el tiempo. Cada vez que tratamos de convencer a alguien de algo o simplemente de buscar un beneficio, estamos negociando. Es una de las formas más sencillas de obtener algo sin tener que pasar a mayores. Esto es exactamente lo que vemos en Breaking Bad. En principio en manos de Jesse pero luego, a medida que avanzan las temporadas, en manos del Sr. White. Una figura que no solamente aprendió a enfrentarse a los problemas, sino que lo hizo evaluando en qué momento era mejor hacerlo y de qué manera. incluso, logró que Skyler lo acompañara en el negocio y el lavado de dinero. 

Construir un equipo

Para llevar adelante un negocio o cualquier proyecto, por más legal o ilegal que este sea, lo principal será armarse del mejor grupo posible para emprenderlo. Quizás en este caso, Jesse no sea la mejor opción que tiene el Walter, pero lo podemos entender cuando ambos conocen a Gus Fring. Un personaje meticuloso, calculador y oscuro que construyó su negocio desde cero contando con los mejores integrantes. De hecho, es por este motivo que tiene al dúo en su laboratorio para vender la mejor metanfetamina. 

El negocio es tan importante como el propio producto

Lo que importa más allá del resultado, es también lo que hay detrás de este. La serie más allá de mostrarnos cómo llegaron a vender el mejor producto, también nos muestra cómo se debe manejar un negocio: aprendemos qué vínculos hay que generar; en qué ser cuidadosos; cuáles son las redes de distribución y un montón de otras cosas que se debe tener en cuenta.

Nuevamente Los pollos hermanos es un buen ejemplo de esto. Fring se presentaba en el local como un trabajador más, cuidaba la imagen que daba detrás del mostrador, había construido un vínculo perfecto con la policía, e incluso hacía muchas donaciones a las organizaciones de Albuquerque.

Amar lo que hacemos

Si hay algo que no se puede discutir en Breaking Bad, es la pasión que Walter White tiene por su trabajo. Esto es algo que se evidencia en los primeros capítulos de la serie y que se prolonga durante toda la trama. La pasión por la química y el fanatismo de hacer su tarea a la perfección es algo que define al personaje de manera única. Cuando uno realmente tiene interés por algo, logra con sus acciones un resultado increíble. 

Descubrir en lo que somos buenos

Ser apasionados del rubro en el cual estemos, es algo sumamente necesario para desenvolvernos correctamente. Pero encontrar eso que nos gusta y en lo que somos buenos, es aún mejor. Claro que esto no es para nada fácil, pero cuando lo descubrimos es sumamente útil y, más todavía, si lo hacemos a tiempo. Si Walter White hubiese descubierto a tiempo que su fuerte no era manejar el negocio, sino únicamente cocinar, quizás el destino de los personajes hubiera sido un poco mejor. 

Necesitar suerte

Algo que parece menor cuando nos va bien, pero que si algo falla se hace notar. Muchos dicen que la suerte es para los perdedores, para aquellas personas que hacen las cosas sin pensar... Sin embargo, un poco de buena suerte no le hace mal a nadie y mucho menos a las personas que comienzan algo nuevo en sus vidas. 



¿Creías que Breaking Bad pudiera darnos tantas lecciones?

Comentarios