Crítica de "La Casa de las Flores", una novela con sabor descafeinado que se estrena el próximo 10 de agosto y nosotros que ya lo hemos visto, te contamos que os encontrareis.


Por cortesía de Netflix hemos tenido acceso a "La Casa de las Flores" que se estrena este viernes y os queremos dar algunos detalles sin spoiler para que nada os pille de sorpresa y mucho menos, os pille como si se os hubiera caído una jarra de agua fría por encima.

Netflix la describe como una serie con drama y un humor negro, pero entre todas las que lo hemos visto de Netflix Adictos España podemos decir que es un humor un tanto seco si es que llega al humor del que estamos acostumbrado.


No vamos a negar que nos encontramos ante un gran culebrón en el que veremos a Paco León que le veremos dando vida a una mujer transexual, una polémica que hace justicia a la discriminación de un colectivo y que abre un debate necesario hoy en día. Recordemos que hace unos meses esta noticia creó un gran debate (ver aquí) donde se le criticaba a Paco por aceptar ese papel y por no cederlo a una mujer transexual. Seamos franco, Paco nos puede gustar más o menos, sobre gusto no hay nada escrito, pero en este caso, Paco hace justicia a las personas que se someten al cambio de hombre-mujer y quiere conservar a su familia, por lo tanto, estas críticas vinieron antes de tiempo y sin fundamento algunos.


Hay que reconocer que el drama/culebron empieza fuerte, tal como dice la sinopsis (no es ningún spoiler), la familia de la Mora ha dirigido durante casi cinco décadas La Casa de las Flores, una reputada floristería de México que le ha valido el respeto de la alta sociedad. Su vida parece de ensueño pero comienza a resquebrajarse durante la celebración del cumpleaños del patriarca, Ernesto: Roberta, su amante y madre de su hija secreta, se suicida colgándose del techo de la floristería, a escasos metros de la fiesta. A partir de entonces lucharán por evitar el escándalo público pero la revelación de un secreto siempre destapa otros, poniendo en riesgo lo más importante: las apariencias.

Que su creador sea Manolo Caro, no me ayudaba mucho a verla, a pesar que de siempre me ha gustado ver algún culebrón (uno cada 2-3 años), pero no fue Verónica Castro quién me animaba para ver esta serie, sino nuestro Paco León que le sigo de su paso por Homo Zapping y que aún así, le esperaba más veces en escena.


Pero no es Paco León el único que toca el colectivo LGTB, también veremos a Diego (Darío Yazbek Bernal), que es el hijo de la familia que oculta su homosexualidad de manera pública y lleva una doble vida.

Aunque la serie se puede llegar a ver como cualquier culebron de sobremesa, que aunque no te termina de enganchar lo sigues viendo (o no), si que nos damos cuenta que desde el primer capítulo hasta el último es una crítica a la sociedad, es decir, aparentar ser una familia perfecta cuando en realidad hay una madre drogadicta, una padre infiel, un divorcio, un homosexual, un transexual o algo que se pueda considerar “poco honrado” a pesar de vivir en el siglo en el que vivimos. 

El problema es saber que esa misma parte de la sociedad es la que, precisamente, más trabas nos pone para lograr nuestra propia felicidad.


Lo mejor de esta serie de Manolo Caro son los guiños musicales a artistas españoles como Mecano o Alaska que nos transportarán a grandes momentos de la época.

Aquí lo importante no es como ha llegado este u otro personaje a la pantalla, aquí lo importante es el cómo ha llegado, qué proceso ha pasado para llegar a dónde está y cuáles son sus fantasmas interiores.

De manera resumida podemos decir que es algo que no nos va a sorprender, ni siquiera es algo que no hayamos visto ya, es un formato que se repite casi a diario ya sea en la tele convencional o en cualquier otra plataforma. El humor no es tan ácido cómo esperábamos aunque sí que nos sorprende gratamente la crítica que se le hace a la sociedad actual, a los valores superficiales de cara a las gentes y no a los valores morales que debemos tener.

Le damos de nota un 5 de 10, ya que su aspecto visual y sus temas musicales ayuda a mejorar la decepción del humor negro que Netflix nos prometió.

Recomendable para ver si sólo quieres algo para pasar el rato o para descansar de series "más profundas". Si eres fans de Paco León, te decepcionará sus pocas puestas en escenas.


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